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de Dios hizo que abandonara comodidades y honores
y fuera a evangelizar Inglaterra (es decir, se
hizo Rosminiano y fue enviado a Inglaterra).
Dotado de singular talento, se familiarizó
fácilmente con la lengua inglesa y pasó varios
años predicando el catolicismo a un gran número de
anglicanos, que sólo lo odiaban por no conocerlo.
En estas misiones hizo profundos estudios sobre
las actuales condiciones del protestantismo, sobre
la estrechísima parentela entre la revolución y la
herejía, sobre la índole de los tiempos presentes
y los males morales, que afligen a la sociedad
moderna.
>>Amantísimo de la Patria, monseñor Gastaldi no
olvidó su Piamonte, y siguió siempre los
acontecimientos que ponían en peligro la fe de los
mayores. No hubo jamás un atentado contra la
Iglesia sin que él no levantase la voz para
protestar; nosotros tuvimos el honor de publicar
sus protestas, valientemente firmadas con su
nombre y apellido. La última apareció en la Unidad
Católica del 4 de julio de 1865, número ciento
cincuenta y tres.
>>Por aquellos días había fracasado la misión
de Javier Vegezzi en Roma para proveer de Obispos
a muchas diócesis vacantes en Italia. El 28 de
junio enviábamos nosotros una súplica a Pío IX,
que fuera ante todo un acto de agradecimiento por
tomar tan a pecho ((**It10.450**)) la
lastimosa condición de las poblaciones italianas
privadas de sus propios Pastores, y después un
acto de protesta contra los ministros, que habían
hecho fracasar las negociaciones, pretendiendo que
el Romano Pontífice faltara a sus deberes.
>>El canónigo Lorenzo Gastaldi fue uno de los
primeros en aceptar nuestra propuesta y nos
escribía el 3 de julio.
>>-Ilustrísimo señor Director: Apruebo
plenamente y alabo la propuesta de la Unidad
Católica de elevar al Padre Santo una protesta de
los católicos italianos, para cuyo fin le envío de
todo corazón mi ofrenda de veinte liras,
subscribiéndome canónigo Lorenzo Gastaldi, teólogo
colegiado en la Universidad de Turín.
>>Dios bendijo aquel proyecto y se recogieron
en Italia doce gruesos volúmenes de firmas, que
hoy están en la Biblioteca Pontificia del
Vaticano, y trescientas cincuenta y cinco mil tres
liras con cincuenta céntimos, que se entregaron al
Padre Santo y se anunciaron en el Giornale di Roma
del 9 de diciembre de 1865.
>>Tan solemne protesta produjo un óptimo efecto
y el Ministerio, presidido por el barón Benito
Ricasoli, pidió al Papa que se pudieran reanudar
las negociaciones interrumpidas; lo obtuvo muy
fácilmente y envió a Roma al comendador Miguel
Angel Tonello, que en muy poco tiempo las llevó a
cabo.
>>Como se ve, el canónigo Gastaldi había hecho
todo lo posible para quedar excluido de la lista
de los nuevos Obispos, puesto que, teniendo que
ser elegidos éstos con el consentimiento de los
ministros, parecía natural que éstos excluyeran a
uno que fue de los primeros en protestar contra
las negociaciones precedentemente interrumpidas,
dando prueba de su mucho valor y su gran afecto y
devoción a Pío IX. Pero, ya fuera porque no
hicieran caso de la protesta, o porque después la
olvidaron, el canónigo Gastaldi fue elegido y
preconizado obispo de Saluzzo el 17 de marzo de
1867.
>>Trabajó en esta diócesis con celo admirable
por el bien de la Iglesia, y en cuanto aquellos
fieles le conocieron, le tributaron el más filial
y respetuoso afecto. Hoy sienten perderlo, como se
alegra Turín al adquirirlo. Sin duda que cuando la
Unidad Católica del 4 de julio de 1867 publicaba
la protesta del canónigo Gastaldi, nadie se
esperaba que en 1871 sería el Arzobispo de Turín.
>>Esto demuestra una vez más que no son los
hombres los que crean a los Obispos,
(**Es10.414**))
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