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((**Es10.411**) Así pues, la sagacidad diplomática del Santo había tutelado la independencia del Papa y ayudado a la salvación de muchas almas. Al mismo tiempo, como puede deducirse por el desarrollo de los acontecimientos, había logrado establecer un secreto entendimiento con el Ministro. Como siempre, su proceder era guiado y bendecido por Dios. Obtenido su intento, con paciente trabajo, fue a despedirse del Papa, el cual le dijo: -Querido don Bosco, habéis pedido y obtenido muchas veces honores y cargos distinguidos para los demás: >>qué pedís para vos? -íPadre Santo, que siga dispensando siempre su benevolencia al pobre don Bosco! -íLa tenéis completa! >>Y qué más? -íNada más que su benevolencia! El Santo llegó a Turín el 16 de septiembre por la mañana. Les esperaba don Miguel Rúa en la estación de Puerta Nueva, e iba con él a comer en casa de la mencionada bienhechora. Se había comunicado a monseñor Gastaldi que don Bosco regresaría al Oratorio aquella tarde. Monseñor se apresuró a ir para entrevistarse con él apenas entrara en casa, adonde se le adelantó. Los clérigos y sacerdotes corrieron a saludar al amigo de su Superior y los muchachos aplaudían al Obispo que había pontificado algunas veces en la iglesia de María Auxiliadora. Monseñor se encontró con don Juan Bautista Lemoyne, le abrazó y subió con él a la terracita situada al lado de la iglesia de San Francisco. No podía parar... Era presa de una incontenible impaciencia. Cuando he aquí que apareció don Bosco en la portería, al extremo del patio. Todos los muchachos se agolparon a su alrededor para besarle la mano, y él avanzaba ((**It10.447**)) lentamente. -Y no viene, no viene..., iba repitiendo en voz baja Monseñor. Al poco rato, poniéndose las manos en la boca a manera de bocina, gritó a todo pulmón: -íDon Bosco, don Bosco!... íDése prisa! Don Bosco alzó la cabeza, vio a Monseñor y apresuró el paso. Bajó el Obispo de la terraza, le tomó de la mano, le acompañó a la habitación y se quedó con él largo rato, en íntimo coloquio. Al terminar, don Bosco le comunicó las palabras del Papa: -íAhora Arzobispo y, dentro de dos años, algo más! Y añadió Monseñor: -íDejemos actuar a la divina Providencia! Aquella tarde anunciaba don Bosco a la comunidad la promoción (**Es10.411**))
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