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la escalera, salió a su encuentro la mujer del
portero, ((**It10.441
**)) le pidió la bendición y exclamó:
>>-íDios mío, me parece ver a nuestro Señor!
>>Encendiéronse al momento las mejillas de don
Bosco, saltáronle las lágrimas y añadió:
>>-Rece por mí, y por mi pobre alma>>.
Al volver al oratorio, dijo a don Francisco
Cerruti:
->>Sabes de qué se trata? El presidente de
Ministros, Lanza, me llama a Florencia, por medio
del Gobernador de Turín, para tratar del
nombramiento de los obispos para las diócesis
vacantes de Italia...
Y don Francisco Cerruti, que probablemente
sabía muy poco o nada de estas gestiones, le
contestó:
->>Ahora se piensa en esto?
-Es un asunto que se está tratando hace varios
meses; y yo he tenido que trabajar y escribir
mucho con este motivo. En este momento el Gobierno
se muestra flexible por miras políticas. Pío IX me
ha mandado expresamente que tratara este asunto y
también que le preparara una lista de las personas
que se consideren más oportunas para el
nombramiento.
No podemos determinar con exactitud si la
entrevista con el gobernador Zoppi tuvo lugar en
la tarde del 9 o en la mañana del 10 de
septiembre. Pero lo cierto es que don Bosco avisó
enseguida a los directores de las casas que los
ejercicios se trasladaban a la semana siguiente.
Volvió a Lanzo, y comunicó a los Superiores del
Capítulo, reunidos en la antesala de la
administración, el asunto, no sin manifestar su
pesar por el traslado de los ejercicios, y también
porque se encontraba algo desmejorado:
-Si he de decir la verdad, me encuentro
cansado; mas, por encima de todo, está el bien de
la Iglesia, aun por encima de los intereses de la
Congregación. Saldré esta tarde en el tren de las
siete, viajaré toda la noche, mañana me encontraré
con el Ministro... y después, tal vez, vaya a
Roma.
Había decidido ir a Roma después de las dos
tandas de ejercicios, pero ahora preveía que sería
mejor anticipar el viaje, ya que iba a Florencia.
Dijo también a los Superiores que, si alguien
preguntaba por qué había vuelto a Roma,
respondieran que había sido llamado <>.
Así pues, el día 11 estaba en Florencia.
Después de hablar con el Ministro, telegrafió a
don Miguel Rúa: <(**Es10.406**))
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