((**Es10.399**)
Aprobó el Papa su manera de actuar, y pasó a
hablar del estado desolador de muchas diócesis sin
pastor. Lloró y terminó diciendo:
-Estoy decidido; no me rendiré a concesiones...
íse quiere esclavizar a la Iglesia!... Pero es
absolutamente necesario mirar por la salvación de
las almas; sí, íprescindiremos también de las
temporalidades!
-Padre Santo, esto es precisamente lo que yo
quería proponer a Vuestra Santidad, dijo don
Bosco.
-Muy bien; ved si es posible continuar las
gestiones iniciadas, buscando cómo hacer más
tolerable una situación tan angustiosa... Y vos,
querido don Bosco, >>qué deseáis de mí?
El Santo, según resulta de unos apuntes suyos,
le presentó ante todo un álbum de felicitación por
los veinticinco años de Pontificado con la firma
de todos los salesianos y alumnos, internos y
externos, de los colegios de Lanzo, Borgo San
Martino, Cherasco, Alassio, Oratorio de Valdocco y
de los Oratorios de San Luis, el Angel Custodio y
San José.
Pasó después a implorar, como solía, favores
especiales e indulgencias y bendiciones
particulares para varios bienhechores y para los
alumnos; le participó la decisión de construir en
Turín las iglesias de San Juan Evangelista y San
Segundo, las gestiones para la fundación de un
colegio en Varazze y para abrir una casa en
Trecate, y le rogó que le indicase en qué lugar
consideraba más conveniente iniciar nuevos
institutos, pues tenía muchas peticiones para
fundar, en Italia, Suiza, Argelia, Egipto, e
incluso en las Indias y en California.
En aquella audiencia habló también del bien que
hacían en favor de la juventud femenina varias
casas religiosas abiertas en Turín, ((**It10.434**)) y le
manifestaba su pensamiento de fundar un instituto
que realizase con las hijas del pueblo el mismo
apostolado que ejercían los Salesianos con los
muchachos, e imploraba de Su Santidad la
aprobación de este proyecto. Contestó el Papa que
lo pensaría y que en otra audiencia le diría su
parecer, que fue completamente favorable.
4. <<íNo sé si en adelante...!>>
Hacia el fin de la audiencia volvió el Padre
Santo a repetirle el pensamiento de proveer a toda
costa de prelados a las diócesis vacantes, casi
secretamente, para evitar que un nuevo decreto
real
(**Es10.399**))
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