((**Es10.372**)
Aquella misma noche alegró a los alumnos
contándoles una graciosa anécdota, de la que don
Joaquín Berto tomó nota:
<>.
El Oratorio tenía, también entonces, muchos
jovenes de singular virtud y su comportamiento en
la iglesia, su manera de rezar y la devoción con
que se acercaban a comulgar, eran ((**It10.404**)) tan
edificantes para las personas externas, que, a
menudo, algunos, que se habían alejado de la
práctica de la vida cristiana, se emocionaban y
volvían al buen camino.
Al mismo tiempo se agravaban cada vez más las
condiciones económicas, pero don Bosco seguía
adelante tranquilo en brazos de la Providencia.
Nunca dejó de librar a sus clérigos del servicio
militar, con toda prudencia. Escribía al barón
Carlos Ricci des Ferres:
Queridísimo señor Barón:
El año pasado me prometió V. S. en cierta
ocasión que me libraría un clérigo del servicio
militar, en honor de María Auxiliadora, si tenía
éxito en un asunto que llevaba entre manos. Ahora
ya obtuvo lo que deseaba.
Quería yo habérselo recordado el pasado otoño,
cuando hubo que rescatar a algunos, pero estaba yo
enfermo lejos de Turín y mis representantes
hicieron con este fin un préstamo, que ahora
tendré que amortizar.
Y éste es cabalmente el fin de la presente
carta.
Suplicarle si puede darme, en todo o en parte,
este dinero, que importa dos mil quinientas liras.
Con la misma libertad con que yo le pido, puede
usted contestarme. Ya que,
(**Es10.372**))
<Anterior: 10. 371><Siguiente: 10. 373>