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((**Es10.359**) literatura italiana, latina, griega, a las que se añade la lengua francesa. En confirmación de ello traemos el testimonio de los alumnos, que actualmente trabajan en la Imprenta Real y en las más acreditadas tipografías de esta ciudad. 7. Será oportuno también notar que esta casa no es un pío instituto, sino una casa privada como cualquier otra tipografía, con la única ((**It10.389**)) diferencia de que en la tipografía las ganancias son ordinariamente para el amo y aquí, por el contrario son para mejorar a los aprendices mismos que son pobres. Téngase también en cuenta que es muy poco lo que se imprime por cuenta de otros en la tipografía de San Francisco de Sales; pues aquí se imprimen, casi exclusivamente, obras especiales como, por ejemplo, Las Lecturas Católicas, Biblioteca de los clásicos italianos. Por consiguiente, no es mucho el trabajo que puede quitar a otros tipógrafos. 8. Después de responder a las mencionadas afirmaciones, bueno será poner de relieve las peligrosas consecuencias que se seguirían del principio propugnado por la oposición. Ellos, como tipógrafos, piden la clausura de las tipografías de los institutos píos y estatales; mañana otras comisiones de encuadernadores, de carpinteros, sastres o zapateros, pedirán la suspensión de los talleres correspondientes a estos oficios y, en consecuencia, se llegaría a la total supresión de los mismos. Si ello fuera así, millares de chicos asilados tendrían que pudrirse en el ocio o lanzarse a la calle, abandonados a los peligros de la holgazanería y la inmoralidad. 9. No se abrigue temor alguno a que sufra menoscabo el arte tipográfico por la competencia de los institutos privados y estatales. Antes, al contrario, creemos no apartarnos de la verdad, si afirmamos, apoyados en la historia, que estos centros produjeron óptimos regentes de imprenta y cajistas, gracias a los cuales se publicaron obras que la historia imparcial siempre ha alabado; obras que contribuyeron eficazmente a elevar el arte de Gütemberg, de unos humildes comienzos a la perfección, que hoy ha alcanzado con admiración de todos. 10. Se ruega, pues, encarecidamente a los señores de dicha Comisión que miren benévolamente por tantos pobres y desamparados muchachos, que apoyen y recomienden aquellas artes u oficios, que pueden contribuir a hacer de ellos honestos y honrados ciudadanos. Por el contrario, sería proceder cruelmente, si quien no se siente propenso a beneficiarlos, se dedicase a causarles daño. El que suscribe tiene plena confianza en la iluminada sabiduría del señor Presidente de la Comisión, que se dignará ser benévolo protector de estos pobres hijos del pueblo, al mismo tiempo que tiene el honor de poderse profesar De V. S. Ilma. Su seguro servidor JUAN BOSCO, Pbro. Las razones aducidas eran las mismas que, poco antes, había expuesto en la asamblea nuestro joven ex alumno José Sandrone, empleado a la sazón en la Imprenta Real. Eran razones clarísimas, sin ninguna inteligencia previa ((**It10.390**)) entre don Bosco y Sandrone; tanto, que la asamblea, después de leer el memorándum, y pese a la insistencia de los adversarios, acabó por ceder y dar la razón a don Bosco. (**Es10.359**))
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