((**Es10.310**)
2§ La remisión de las tres mil liras del padre
Oreglia, que, sin más condiciones, deberían
remitirse a esta casa.
3§ Si hay que remontar las cuentas hasta su
principio, se tendrá que tomar en consideración
también la de la tipografía, puesto que, cuando
don Bosco confió la cuestión al juicio de otros,
se pensaba que era ella la única dificultad para
llegar a un arreglo definitivo de cuentas, como de
hecho se llegó. Pero, si se vuelven a estudiar las
cosas, tendrán que volverse a examinar las razones
en que se fundaba la transacción que entonces se
hizo.
4§ Un medio fácil, a mi entender, para ajustar
las cuentas, sería que usted tuviese a bien enviar
por escrito sus observaciones a cada artículo; yo
procuraré responder a ellos lo mejor posible
tomando los datos de los libros, único documento
del que podamos servirnos.
A la espera de una categórica respuesta de
cuanto expongo, ruégole se convenza de que esta
casa tiene de usted la más profunda veneración y
yo en particular considero para mí un gran honor
el poderme profesar,
De V. E.
Seguro servidor
JOSE BUZZETTI
Este es el documento que poseemos sobre la
cuestión 1.
Evidentemente el asunto acabó así. No nos
consta que Monseñor efectuara la entrega del
pequeño mencionado residuo de la deuda, por lo que
podemos creer que las cuatrocientas liras con
cuarenta y cinco céntimos quedaron gratificadas
con el envío de las tres mil liras ((**It10.336**))
remitidas por el caballero Oreglia. Por
consiguiente, si se pudo atribuir a éste la causa
del largo litigio, también se le puede conceder el
rompimiento del nudo de la enredada madeja, nacida
de su pensamiento de procurar una honesta ganancia
al Oratorio, y solventada merced a su delicadeza.
Y Monseñor, para dar una prueba de su afecto
personal y de la admiración que tenía por don
Bosco y su Obra, invitó a los muchachos cantores y
a la banda de música del Oratorio para solemnizar
la clausura de los grandiosos festejos,
organizados por él en honor de san Pío V, el Papa
de la victoria de Lepanto y gloria resplandeciente
del Piamonte y de la orden Dominicana, y que había
sido Obispo de Mondoví desde el 27 de marzo de
1560 hasta el 6 de mayo de 1566.
Aquel año se celebraba el tercer centenario de
su muerte, ocurrida el 1§ de mayo de 1572, y el
segundo centenario de su beatificación, pues fue
elevado al honor de los altares por Clemente X el
27 de abril de 1672. Las fiestas se celebraron en
el mes de mayo, precedidas
1 Véase en el Apéndice n§ III, la carta,
inédita, de don Bosco al Obispo de Mondoví.
(**Es10.310**))
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