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((**Es10.303**) de Pentecostés, a las seis de la tarde, después de las funciones religiosas, se inauguró en el patio grande del Oratorio el pabellón llamado la Rueda de la Fortuna, con un grandísimo concierto musical. La venta de boletos y la pequeña feria, a favor del Santuario y del Oratorio, se confiaron también aquel año a jóvenes de familias nobles. Don Bosco escribía al caballero Javier Provana de Collegno: ((**It10.328**)) Desde casa, 15-4-1872 Muy querido Señor: Esta tarde, a las siete y media, se reunirá la Comisión del año pasado para organizar la fiesta de María Auxiliadora, y desearía que estuvieran presentes Luis y Manuel. Si ellos no tienen inconveniente y es también su querer, ruégole les invite de mi parte y les conceda el oportuno permiso. No he podido ir personalmente a la hora que deseaba, por eso les auguro de corazón toda suerte de celestes bendiciones, mientras me profeso, De V. S. Ilma. Su seguro servidor JUAN BOSCO, Pbro. P.D.-Como no pudo recibir esta carta en Turín, espero la reciba Cumiana y que sirva de invitación para la futura conferencia ad hoc. En este momento recibo noticias del Padre Santo, que disfruta de buena salud, lo que constituye toda la esperanza de Roma. En los últimos días tomaron también parte en las funciones religiosas los alumnos de los Colegios de Lanzo, Borgo San Martino y Alassio. El 13 pontificó monseñor Celestino Fissore, arzobispo de Vercelli. Predicó el panegírico el abad Bardessono. La ejecución de la antífona Sancta Maria, succurre miseris, con música original de Cagliero, resultó espléndida. Hubo tal afluencia de fieles que muchos no pudieron entrar en el templo, por lo que don Bosco determinó e hizo publicar en la Unidad Católica que se repetirían las fiestas el domingo siguiente, 26 de mayo. Hubo un detalle conmovedor. El día de María Auxiliadora todo el Oratorio estaba de fiesta y rebosaba de santa alegría. Músicas y cantos aumentaban el regocijo general. Los alumnos solían gastar en la feria, comprando juguetes y buenos libros, su pequeño capital, hecho a base de propinas por su buena conducta y regalos de sus padres. Todos tenían dinero para gastar, puesto que algunos de los que tenían el portamonedas bien (**Es10.303**))
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