((**Es10.292**)
de san José. Belfanti (que también fue alumno),
>>está contigo? >>Qué hace?
>>Buscas muchos suscriptores a las Lecturas
Católicas? Saluda a tus superiores de mi parte.
Créeme en Jesucristo
tu
afmo.
JUAN
BOSCO, Pbro.
Durante su enfermedad habían llegado a la
dirección del Oratorio dos cartas del Gobernador
de la ciudad, el comendador y abogado senador
Víctor Zoppi. En la primera pedía a todos los
presidentes de las Congregaciones de caridad y
obras pías una relación anual sobre la marcha de
la obra, tras la urgente y perentoria prescripción
del Ministerio de Gobernación; y don Miguel Rúa,
como se lee en su borrador, alrededor del 10 de
enero de 1872, contestó:
En ausencia de don Bosco, notificamos que esto
es un instituto fundado y dirigido por dicho don
Bosco, todo él de su propiedad. Es una obra
benéfica para educar a la juventud pobre y
prepararla con algún arte u oficio y también con
los estudios, si tienen particular aptitud. Hasta
ahora no ha sido considerado nunca como una obra
pía, en sentido legal; sin embargo, se presta a
recibir muchachos recomendados por las autoridades
civiles, gobernación, comisaría de policía y
ministerios. El Gobierno reconoció ya los
servicios prestados, con la entrega de vestidos,
ropa blanca, etc. Dispuestos a dar más
aclaraciones, si hubiere lugar, me profeso, etc.
((**It10.316**)) En la
segunda se refería a los estudios. El Gobierno,
para asegurarse del progreso de éstos, había
pedido a los Gobernadores del Reino un informe
indicando: 1.§ el movimiento de alumnos durante el
último decenio 1861-71 inclusive, o por lo menos
durante el último quinquenio; 2.§ el resultado de
los exámenes de cada año. Y el Gobernador, para
cumplir la orden del Gobierno, rogaba se le
facilitaran, con la mayor exactitud y solicitud,
las noticias pedidas, incluyendo al efecto un
módulo, que había de cumplimentarse y devolver con
las indicaciones en él consignadas.
Ignoramos cuál fue la respuesta.
Como ya se ha dicho, la conducta de los alumnos
del Oratorio durante la enfermedad de don Bosco
fue ejemplar y devota, gracias también a la asidua
vigilancia de los Superiores. En febrero hubo una
conferencia para los sacerdotes y clérigos de la
sección de aprendices de la que se conserva un
interesante relato, el único de las conferencias
habidas en 1872, escrito por don José Lazzero.
(**Es10.292**))
<Anterior: 10. 291><Siguiente: 10. 293>