((**Es10.289**)
Muchas veces lloré y recé a
María
que, siempre celestial y
buena Madre,
del hijo la oración amante
oía.
Feliz hoy brota un canto de
mis ramas,
pues que ya en tu mirada, mi
buen Padre,
puedo leer muy claro cuánto
me amas.
También el Padre Santo, como veremos, se
complacía con don Bosco por su recuperación,
mientras éste reanudaba, bendecido por Dios, su
apostolado en favor de la juventud masculina y
femenina de la Iglesia y de la Patria.
(**Es10.289**))
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