((**Es10.280**)
>>Ha hecho bien don Miguel Rúa escribiéndole
que se quedara por más tiempo en Liguria. Son
muchas las cartas de amigos de Turín y también de
la condesa Callori quienes insisten en que no se
mueva hasta el fin de mes, a la espera de que se
calme el frío.
((**It10.303**)) >>Si
don Bosco partiese, por lo menos después del
segundo domingo de cuaresma, habría dos ventajas:
primera, la salud de nuestro amado Padre, y
segunda, que la fiesta resultaría más lucida y más
tranquila, porque estarían libres el maestro de
música y muchos músicos de la guardia nacional.
>>Don Bosco recobra cada día sus fuerzas. Hace
dos o tres días que ha comenzado a dejar el bastón
y pasea cada día unas horas por el jardín.
>>El domingo bajó al teatro, en el que estuvo
cerca de una hora: se sentía satisfecho y reía que
daba gusto verle...>>.
El Santo había tenido y seguía teniendo una
gran satisfacción con las cartas que le llegaban
de las Casas, donde superiores y alumnos se
turnaban continuamente en oración ante el
Santísimo Sacramento y la Virgen, y comulgaban por
su salud. Los aprendices del Oratorio iban a
porfía con los estudiantes de la manera más
conmovedora. El aprendiz Juan Bautista Camisassa
escribía a Enría:
<>.
Aunque todos suspiraban por el día en que
pudieran volver a verle, ahora se alegraban de que
pasara algún tiempo más de convalecencia lejos del
centro de las ordinarias ocupaciones, que de nuevo
le agobiarían a su retorno. También la condesa
Callori había insistido a don Juan Bautista
Francesia para que lo persuadiese a tener este
cuidado, pero el Santo ya había partido para
Alassio. Y don Juan Bautista Francesia, dándole
las gracias por la <>, le
contestaba que <>.
Cuando el Santo se enteró de lo sucedido, se creyó
en el deber de comunicar por sí mismo a la Condesa
el traslado de la fecha de su regreso.
(**Es10.280**))
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