((**Es10.227**)
>>He escrito a Roma y a Florencia sobre don
Bosco y cuesta poder contentar a todos.
Quisiéramos tener cien manos para despachar la
correspondencia y evitar así la tacha de
descuidados. Además, don Bosco requiere sus
cuidados y hemos de pasar mucho tiempo en torno a
su lecho.
>>Dile a Pelazza que don Bosco no tiene más
publicaciones. Que envíe también al Arzobispo el
pequeño diccionario.
>>Don Bosco se conmovió con la bondad del
teólogo Golzio, y, si no estuviera lejos, le
rogaría que viniese a visitarle>>.
No sabemos qué parte tomó el teólogo Golzio en
los sufrimientos ((**It10.242**)) del
buen Padre, cuyo confesor era a la sazón; lo
cierto es que la noticia de la enfermedad se había
difundido por todas partes, despertando serias
preocupaciones y estimulando a recurrir a la
bondad del Señor con fervientes plegarias.
Tambien Enría confirmaba que el mal no era tan
ligero, como se creía: <>Hoy, 16, pasó el día bastante tranquilo. La
fiebre le dejó libre sólo por la tarde y después
lo atormentó desde las siete a las dos de la
madrugada, hora en que concilió el sueño. El reuma
del brazo casi ha desaparecido y puede moverlo, lo
que le permite ayudarse a incorporarse un poco en
la cama, mientras que antes no podía hacerlo...>>.
Al mismo tiempo, rogaba a don José Lazzero, en
hoja aparte, que invitase a los socios de la
Compañía de San José a rezar particulares
oraciones. <>.
Buzzetti le contestó: <(**Es10.227**))
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