((**Es10.203**)partes
en favor de muchachos pobres... Y él, al verlos
tan necesitados de amparo, acogía a todos con los
brazos abiertos.
El 19 de septiembre de 1871 se declaraba en
Turín, en el barrio de San Salvario, un terrible
incendio. Ardía un amplio taller; ((**It10.214**)) se
quemaban maderas y vagones de ferrocarril; el
fuego corría rápidamente e invadió y destruyó
también cuatro grandes hileras de casas de la
vecindad, con daño incalculable para muchas
familias, que, a duras penas, lograron salvar unos
pocos enseres. Conmovido ante tamaña desgracia
pensó don Bosco recoger a los pobres muchachos que
habían quedado en la miseria o desamparados, y se
lo comunicó al Alcalde. Este, le contestaba el 25
del mismo mes:
<>.
Y lo mismo que cualquier desgracia conmovía su
corazón, también cualquier limosna, recibida de
las almas generosas, encendía en él una inmensa
gratitud, que no dejaba de manifestar a las más
insignes de todas las maneras.
Tenemos ante nosotros algunas palabras,
escritas por él mismo, bajo las impresas en unas
tarjetas de visita, que son de lo más sencillo y
expresivo a la par, para acompañar algún pequeño
regalo.
Dice así lo impreso: <>.
Y en una, escrito por él, se lee:
<>.
Y en otra:
<>.
(**Es10.203**))
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