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gratitud, le entregaron un saludo, firmado por una
lista de cuarenta y cinco, encabezada por don
Santiago Bellia.
((**It10.172**)) A DON
JUAN BOSCO, en su día onomástico, como prueba de
agradecimiento y aprecio, los antiguos alumnos
educados en esta Casa. -1871.
Muy reverendo señor don Bosco:
Mientras tus hijos saludan llenos de júbilo
este día consagrado a las glorias del gran santo
Juan Bautista, la voz de la gratitud nos llama a
nosotros, que también somos tus hijos, para
ofrecerte una flor, puesto que recibiste el nombre
y el espíritu de aquel Santo Precursor, y,
plenamente dedicado a comunicar la ciencia de la
salvación, sembraste tanto bien en la senda de
nuestros primeros años.
Si nuestra condición nos puso en un mundo
depravado y corrompido, no logrará jamás hacernos
olvidar los muchos beneficios que de ti hemos
recibido y las sabias advertencias que, como joyas
preciosas, hemos recogido de tu venerado labio.
El Señor y la Santísima Virgen tomen a su cargo
la gran deuda que contigo tenemos, pues sólo ellos
pueden pagarte dignamente.
Nosotros nos recomendamos encarecidamente a tus
fervientes oraciones, para poder caminar sobre tus
huellas con pie firme y constante por la estrecha
senda del Cielo, gloriándonos siempre de ser tus
Hijos
humildes y agradecidos...
Al darles las gracias, don Bosco mencionó las
grandiosas y cordialísimas fiestas celebradas en
Roma con motivo del Jubileo Pontifical, y añadía
que, para el año siguiente, les daría noticias más
consoladoras.
La devoción a Jesús Sacramentado, con la
frecuente comunión y las visitas al Sagrario,
espontáneamente hechas durante las horas de
recreo, era uno de los medios que don Bosco no
cesaba de inculcar, de la forma más sencilla y
persuasiva, para la buena educación de los
alumnos. Y era tan grande la eficacia de su
palabra que, cuando le veían ir a la iglesia para
visitar al Santísimo Sacramento, un nutrido grupo
de jóvenes interrumpía los juegos y le seguía
inmediatamente. Estas escenas de fervor sucedían
particularmente durante las Cuarenta Horas, que
aquel año se celebraron del 13 al 15 de julio 1.
1 En las puertas de las iglesias se fijó el
siguiente programa:
Cuarenta Horas en la iglesia de María
Auxiliadora:
POR LA MAÑANA.-Comodidad para oír la santa misa
y acercarse a los santos sacramentos de la
confesión y comunión.
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