((**Es10.1255**)
de las misiones, teniendo en cuenta, además, que
las misiones son mi vocación? Usted me ha
asegurado que no se me impedirá dedicarme a ellas;
pero el Superior de allá podría impedírmelo. Le
ruego humildemente disponga las cosas de manera
que yo tenga la seguridad de que no se pondrán
estorbos a mi vocación.
((**It10.1368**)) Pues
bien, la naturaleza de mis misiones es ésta.
Los sacerdotes que van a América, excepto el
Oregón, sólo van a lugares donde hay dinero para
mantenerlos. Son muchísimos los protestantes y
católicos que, por ser pobres y dispersos en las
inmensas florestas, quedan abandonados y se
vuelven salvajes. A éstos precisamente me dedicaba
yo y quiero dedicarme. Plantaré mi tienda en medio
de ellos, y como no puedo esperar su ayuda, ni la
de los Obispos, sacaré mi sustento del cultivo de
la tierra, que ya he experimentado es allá
suficiente para el fin que me propongo, dejándome
todavía tiempo suficiente para el apostolado.
A esta obra de verdadero apóstol, espero
asociar jóvenes seglares, que, trabajando como yo
a alguna distancia, a mi alrededor, mas para sí,
predicarán, convertirán, bautizarán, guiarán almas
y me las traerán el domingo para la misa y el
sermón. Al mismo tiempo daré conferencias y
dirección de vida religiosa a los jóvenes
asociados a la obra, pues de otro modo no
perserverarían en ella.
Si el Señor mueve a algún sacerdote de la
Congregación a seguirme, yo iré adelante, dejando
que los nuevos amplíen y consoliden la cristiandad
implantada.
Una o dos veces al año volveré a la casa para
mi retiro espiritual y, si los achaques y trabajos
me dejaran rendido en mi vejez, me retiraré a casa
para alentar a la juventud eclesiástica a la vida
apostólica.
Podrá la obediencia hacerme retirar estas notas
y cerrarme los labios a toda petición para esta
misión, pero no podrá lograr nunca que sea otra mi
vocación.
íOh! Cuánto bendeciría al Señor si esta última
comunicación, ya conocida y aprobada por dos
Obispos de América, entrara en sus proyectos: 1.°
Por mí, que así me lanzaría a ojos cerrados a los
votos; 2.° porque en su casa tendría un semillero
de apóstoles, entre los seglares y los sacerdotes;
3.° porque son muchos más los que desean ir al
apostolado sin lengua, sin talento y sin estudios,
que los que, dotados de lengua y talento, aman el
apostolado, y para este apostolado no se requiere
gran conocimiento de la lengua, ni mucho estudio,
sino corazón y fervor.
Le pido humildemente, Padre Superior, que tome
las medidas para que esta mi deliberación no sea
estorbada por quien dirigirá allá la casa; y esto
lo podrá conseguir muy bien nombrándome, como lo
sería de hecho, Director o Prefecto de la misión,
así como el otro sería Director y Prefecto o
Rector de la Casa.
Tercer acuerdo. Mientras tanto, aquí tendría
que crearse una sección o seminario aparte para
las misiones. No se necesita para ello más que un
dormitorio, comedor y patio con un Director y un
criado aparte; y una escuela de lengua, biblia,
oración, educación religiosa completamente
especial, y extremada limpieza en los vestidos,
los modales y el hablar, como si fueran personas
distinguidas. Déles también, como distintivo, la
faja sobre la sotana y los haga predicar cada uno
una vez al mes, etc. ((**It10.1369**))
Pasarán las vacaciones dando vueltas en grupos por
los pueblos, hablando de Dios en las casas e
instruyendo a los niños.
Lo ensayaré con algunos, para que vean cómo se
hace. Esto desarrolla admirablemente su vocación,
si la tienen.
Punto sexto.-Gestiones con el Obispo.-Debemos
ir provistos al llegar allí de una carta en latín
para presentársela, en la que ponga las bases de
las gestiones.- Mis sacerdotes, dirá usted en
ella, van ahí para fundar una casa bajo su
protección
(**Es10.1255**))
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