((**Es10.1247**)
IV
COMUNICACION DE DON JUAN
BERTAZZI
íA la mayor gloria de Su Divina
Majestad!
Turín 9 de abril de 1874
MEMORANDUM que podría servir de orientación en las
disposiciones a tomar para el establecimiento de
la Congregación en América-Estados Unidos.
Reverendísimo Superior:
Me tomo la libertad de someter a su juicio, por
escrito, lo que he tenido el honor de comunicarle
de viva voz acerca de mi encargo y de los medios y
maneras con las cuales poder contestar.
Lo hago con la esperanza de prevenir sus
deseos, es decir, poner ante sus ojos, en un solo
cuadro, todo lo que concierne a esta obra.
Expondré francamente lo que me parece no poderse
descuidar sin peligro. Me considero obligado a
proceder así por cuanto aquel nuevo mundo es tan
diverso de éste que quien no lo ha conocido de
cerca y pensara actuar allí, como se acostumbra
hacer aquí, iría a un seguro e irreparable fracaso
y yo comprometería la obra de Dios, el mandato del
Obispo, los esfuerzos de usted y a mí mismo. Mi
deber es exponerlo todo.
Naturaleza de mi encargo.-El 10 de junio de
1873, a la diez de la noche, llegaba yo a
Savannah, de donde tenía que salir a media noche
para New York. Fui a visitar a monseñor Gross,
actual Obispo de Savannah el cual, al verme
resuelto a ir a Roma, me encargó que buscara allí
los hombres que pudieran ayudarme a levantar un
Seminario Diocesano en Savannah y me dijo:
-Le asigno setecientos acres de terreno (el
acre equivale a cuarenta áreas y cuarenta y siete
centiáreas), con cuya renta podrá usted hacer
frente a los gastos; pero yo, dijo él, no quiero
meterme en nada (quería decir referente a la
administración y dirección).
Le hice algunas observaciones sobre las
condiciones de estos hombres, pero él me dio las
mayores facilidades, diciendo:
-No pido hombres distinguidos.
En esto, ni más ni menos, consiste mi encargo.
Si ((**It10.1359**)) no
hubiera sido porque la hora apremiaba, lo habría
puesto por escrito, y yo habría hablado por lo
largo sobre el asunto, pero el coche esperaba y
jen marcha!
Este encargo dice muy poco a quien sólo lo
leyere por encima, pero dice mucho por lo que
añadiré a continuación.
Cuatro años antes, siendo Obispo monseñor
Verot, los ciudadanos de Savannah insistían para
que yo abriese allí un colegio para ricos y me
ofrecían ochenta mil dólares para los primeros
gastos.
No era éste el proyecto que yo acariciaba, pero
era bonito y lo pedía la necesidad; lo acepté, lo
maduré y consulté a los Jesuitas de Baltimore.
Estos tenía muchos deseos de venir, pero,
dificultades de índole totalmente ajenas a la
obra, hicieron que no hablara de ello al Obispo y
dejé en suspenso toda gestión, tanto más cuanto
que, más tarde o más temprano, otros lo harían y
mejor que yo.
Savannah, ciudad y puerto de Georgia, tiene
cuarenta y cinco mil habitantes. Es
(**Es10.1247**))
<Anterior: 10.1246><Siguiente: 10.1248>