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((**Es10.1202**) ((**It10.1311**)) 2. Participar en las obras de piedad y religión, que los socios de la Congregación Salesiana cumplen en público o en privado, en todas sus formas, para mayor gloria de Dios y bien de las almas. Estos dos bienes pueden fácilmente alcanzarse con la observancia de las Reglas de esta Congregación compatibles con el estado de cada uno. 3. Pero se añade un motivo más esencial que los otros. La necesidad de la unión para hacer el bien. Es una realidad que los hombres del siglo se asocian para sus negocios materiales; se asocian para la difusión de la mala prensa, para esparcir malas doctrinas en el mundo, se asocian para propagar falsas enseñanzas, divulgar falsos principios entre la incauta juventud y lo consiguen maravillosamente; >>y van a quedarse los católicos sin hacer nada, o separados el uno del otro de modo que sus obras estén paralizadas por los malos? Eso jamás. Unámonos todos mediante las reglas de la Congregación Salesiana, seamos todos un solo corazón y una sola alma con los asociados externos, seamos verdaderos hermanos. El bien de uno sea el bien de todos, el mal de uno aléjese como mal de todos. Nosotros alcanzaremos ciertamente este gran resultado, mediante la asociación a la Congregación de San Francisco de Sales. Fin de esta Asociación El fin, pues, de esta Asociación es unir a los buenos católicos para promover el bien de nuestra Santa Religión y, al mismo tiempo, asegurar más la propia salvación practicando las reglas de la Sociedad de San Francisco de Sales 1, que son compatibles con la condición de quien vive en el siglo. He aquí ahora las cosas principales, a las que se invita a cada asociado: 1. Interesarse por hacerse el bien a sí mismo mediante el ejercicio de caridad con el prójimo, especialmente con los niños pobres y abandonados. Educados éstos en el santo temor de Dios, se disminuye el número de los díscolos, se reforma la sociedad humana y se salva un inmenso número de almas para el paraíso. 2. Recoger niños pobres, instruirlos en la propia casa, avisarlos en los peligros, llevarlos adonde puedan ser instruidos en la fe, es un trabajo, al que todo asociado puede aplicarse útilmente. Quien no puede hacer estas cosas por sí mismo, podrá hacerlas por medio de otros, como sería enviar, o aconsejar a un compañero, a un pariente, a un amigo, a un conocido, o a cualquier otro, para hacer aquello que fuera capaz. Se puede también contribuir a remediar esta necesidad rezando por los que trabajan, o suministrando medios materiales donde hubiere necesidad 2. ((**It10.1312**)) 3. En estos tiempos de perturbación, en los que se deja sentir la gran escasez de vocaciones al estado eclesiástico, se preocuparán todos de atender a los jovencitos, especialmente a los pobres, que diesen muestras de tenerla; los asistirá con buenos consejos, los dirigirá a aquellos colegios, donde cree podrán ser educados especialmente en la religión cristiana, sin la cual no hay verdadera ciencia, ni moralidad, ni educación, y por consiguiente, sin una diligente cultura en la religión, es moralmente imposible obtener una verdadera vocación para el estado eclesiástico. 1 La Sociedad o Congregación de San Francisco de Sales fue aprobada por Su Santidad Pío IX el 1.° de marzo de 1869. 2 La Congregación de San Francisco de Sales tiene abierto para este fin el Oratorio de Turín, el Asilo de San Pier d'Arena, los Colegios de Lanzo, Valsálice, Borgo San Martino, Varazze, Alassio y los Oratorios de la ciudad de Turín. (**Es10.1202**))
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