((**Es10.1193**)
Me es sumamente grato asegurar a V. R. que S.
E. R. el señor Arzobispo de enos Aires acepta de
buen grado la nueva Congregación Salesiana en su
Archidiócesis y hace ardientes votos para que se
dilate y prospere para el bien de las almas y la
mayor gloria de Dios, constituyéndose desde este
mismo momento en padre y protector en esta su
Archidiócesis.
Nada le digo de mi, que ardo en deseos de ser
también útil a su benemérita y santa Congregación,
que, a mi pobre parecer, aumentará
extraordinariamente en estas interminables
llanuras, escasas en sumo grado del agua saludable
de vida eterna, que mana del costado ensangrentado
de nuestro amorosísimo Padre celestial.
Permítame V. R. que de todo corazón le ofrezca
mis humildes servicios para todo aquello en lo que
yo pudiera servirle y quiero esperar que V. R. los
acepte con el mismo ánimo con que yo se los
ofrezco.
La casa que habito, con sus muebles y enseres,
las relaciones que yo he contraído, todo,
absolutamente todo, lo pongo a los pies de V. R. y
de todos los Rvdos. Padres Salesianos a quienes,
amándolos desde este momento como a mis queridos
hermanos, obedezco como hijo de V. R.
Con los sentimientos de mi más ilimitada
consideración y devoción, beso su mano y me
profeso suyo,
De V.P.R.
Atto. s. s. e
hijo en Jesucristo
PEDRO B. CECCARELLI
También el presidente Benítez le manifestaba su
inmenso gozo por la esperanza de tener pronto a
los Salesianos, y le prometía sin más cinco
pasajes hasta el puerto de Buenos Aires para los
cinco primeros misioneros, que esperaban tener,
además del pago de todos sus gastos de viaje.
((**It10.1301**))
Al muy Rvdo. Padre don Juan Bautista Bosco.
San Nicolás de los Arroyos, 30
de noviembre de 1874
La Comisión Fundadora de un colegio en esta
Ciudad ha tenido noticia con la más viva
complacencia del nacimiento del nuevo Instituto
religioso y docente, compuesto por sacerdotes,
llamados de San Francisco de Sales, bajo la
dirección de V. S. Rvma. y con el vigor,
inteligencia, actividad y celo apostólico que
nosotros podíamos desear.
Nuestro Rvmo. Arzobispo, el doctor don Federico
Aneiros, ha recibido del señor Gazzolo, Cónsul
Argentino en Savona, informes detallados acerca de
las muchas y florecientes fundaciones de esa
corporación en Turín y en otros puntos de Italia;
y el digno Párroco y Vicario de esta Ciudad,
doctor don Pedro B. Ceccarelli, por mandato del
Ilmo. Prelado, nos ha comunicado esta
importantísima noticia.
Era también muy oportuna, puesto que ya, desde
la fundación, que con el concurso unánime de la
población hicimos en febrero de 1871, declarábamos
el propósito de levantar un edificio público para
la enseñanza, pero se oponían a nuestra resolución
de entregarlo a una Congregación religiosa sin
límite de tiempo, reservándonos
(**Es10.1193**))
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