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3. Impedir el deterioro y destrozo de los
libros que dejan los muchachos en la iglesia.
4. Ver si se puede conseguir que no se
atraviese por el coro para ir a las aulas.
5. Ver también la manera de quitar los baúles
de los dormitorios, con lo que se haría mucho más
fácil la limpieza.
6. Para las celdas de los jefes de dormitorio
convendría adoptar el sistema de Turín, a saber,
limitar la anchura con dos travesaños de 0,60
metros, unidos entre sí con una barra para colgar
la cortina. ((**It10.1266**)) Hecho
esto, convendrá evitar que se tengan mesitas y
estanterías en las celdas.
7. Sería de desear algo más de limpieza en la
cocina por el lado del jardín.
8. Sería muy conveniente se buscase la manera
de que se recen las oraciones más despacio. Tal
vez se podrá enseñar a los muchachos a rezarlas, y
ensayarlas en el estudio, o después del rezo de
las oraciones por la noche.
9. Procurar que vayan a estudiar al salón de
estudio de los alumnos los clérigos que pueden ir,
y ver si conviene reunir a los demás en un mismo
lugar junto con los sacerdotes, procurando que
tengan comodidad para guardar allí sus libros, y
observando el silencio.
10. Ordenar la biblioteca, que podría tal vez
servir para lugar de estudio de los profesores y
de los que no pueden ir al estudio general.
11. Procure el Prefecto leer cada semana un
trozo del reglamento de la casa, dando las
necesarias explicaciones.
12. Encárguese directamente de los coadjutores,
asistiéndolos por sí o por otros para que cumplan
los deberes religiosos por la mañana y por la
tarde, y especialmente en los días festivos.
13. Convendrá que en capítulo, a últimos de
cada mes, se pase reseña de todos los clérigos y
coadjutores para examinar cómo han pasado el mes,
y dar a cada uno los avisos oportunos para que se
puedan enmendar.
Ocupóse también don Bosco con gran cuidado de
establecer un noviciado normal, o mejor dicho, de
dar al noviciado una forma regular.
Hasta 1874, también se cuidaba don Miguel Rúa
de los novicios de la Pía Sociedad. El 7 de
noviembre de 1874 fue elegido Maestro de Novicios
don Julio Barberis. El 31 de enero de 1900,
dedicaba éste a los novicios de la Pía Sociedad de
San Francisco de Sales el VADE MECUM, compuesto
por él e impreso, y decía expresamente:
<>.
De la mejor manera posible se dedicó él a
formarlos, teniéndolos incluso como separados,
aunque residían en el Oratorio, e iniciándolos
exactamente en la vida religiosa regular, según
las prescripciones canónicas y el espíritu de
nuestra Sociedad. En 1879 el noviciado fue
trasladado a San Benigno Canavese.
(**Es10.1162**))
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