((**Es10.1107**)
A propósito, para decidirse sobre el legado
Belletrutti, me parece que se puede observar:
En general:
1.° Hasta el día de hoy don Bosco no ha
renunciado de ningún modo ni abandonado las obras
de la iglesia de San Segundo. El permiso para
construir se lo dio el Ayuntamiento y no lo ha
revocado. Sólo por respeto a su Superior
Eclesiástico, no presentó quejas contra quien le
reemplazó en la construcción.
2.° El Ayuntamiento mandó suspender las obras,
que de hecho se comenzaron.Y, a causa de
observaciones posteriores, el Ayuntamiento de
Turín determinó variar el emplazamiento de la
iglesia.
3.° Ciertamente no había renunciado de una
manera formal sino a condición de ser indemnizado.
Tanto más cuanto que aquellas obras se las había
encargado formalmente la autoridad civil y
eclesiástica.
En particular:
1.° El conde Belletrutti deja en su testamento
dos legados al señor Arzobispo y lo nombra
expresamente, pero, en cuanto al tercero, dice
simplemente: para ayudar a la construcción de la
iglesia de San Segundo, sin nombre alguno; clara
señal de que no se refería a él el legado, y más
aún, puesto que a la muerte del señor conde
Belletrutti nadie sabía que el señor Arzobispo
quisiera aprestarse para llevar adelante aquella
obra, que había sido emprendida por don Bosco, y
no se echaba de ver que nadie hubiese tomado parte
en ella.
2.° Pero si el Arzobispo quisiera indemnizar a
don Bosco de todos los gastos hechos en esta
empresa, éste entregaría de muy buen grado el
legado de que se trata y la limosna
correspondiente.
3.° El Arzobispo tendría otra ventaja con la
cantidad de mil liras que don Bosco gozaba en el
economato y que fue llevada a la mesa episcopal,
sin que don Bosco, únicamente por respeto a su
Superior Eclesiástico, se preocupara nunca de
exigir.
Mientras tanto el Arzobispo anunciaba, con una
carta pastoral del 21 de noviembre de 1874, que en
el próximo marzo se reanudarían los trabajos de la
iglesia de San Segundo, que esperaba ver
terminados antes de acabarse el año 1875. La
verdad es que el nuevo templo fue consagrado al
culto divino el 11 de abril de 1882, por monseñor
Celestino Fissore, Arzobispo de Vercelli.
((**It10.1207**))
<>El coro de nuestro Oratorio se prestó con
gusto para el canto; y fueron nuestros muchachos
los primeros que tuvieron la suerte de llenar con
el sonido de las notas musicales las sagradas
bóvedas del nuevo templo...
>>A los cantores unióse también la banda, que,
después de las
(**Es10.1107**))
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