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querría saber sus intenciones. Ruégole pues, que,
si está resuelto ((**It10.1204**)) a no
construir ya la iglesia porque no le permiten
levantarla en la posición que usted quisiera y, si
ésta es su determinación, le rogaría escribir al
Alcalde de Turín, declarando su voluntad de
retirarse de aquella área y dejarla para la obra
del Arzobispo.
Y don Bosco contestó:
Escribo de muy buen grado la carta al Alcalde
en el sentido indicado, pero necesitaría saber si,
para los gastos hechos, puedo contar con V. E. o
habré de dirigirme al Alcalde de Turín. Si V. E.
piensa servirse del maestro de obras Carlos
Buzzetti, que ya ha hecho los preparativos, tal
vez pudieran arreglarse más fácilmente las cosas.
Yo haré lo que me diga.
El Arzobispo, que no quería perder los legados
del conde Belletrutti, estaba muy conforme con que
don Bosco pudiese conseguir su herencia; tanto es
así que, llamado por don Juan Bautista Oglietti,
Comendador y Párroco de Strambino (donde residía
Federico Borghese y donde el pleito era notorio),
daba esta respuesta:
Turín, 26
de noviembre de 1874
Ilmo. y muy Rvdo. Señor:
Las personas mencionadas por V. S. en su última
carta, que ponen pleito al heredero testamentario
del conde Belletrutti, no tienen razón alguna,
lesionan la justicia conmutativa y tendrán que dar
cuenta a Dios del dinero que harán gastar y que,
por tanto, sustraen al valor de la herencia.
Conozco el pro y el contra de este negocio y
repito que no tienen razón.
No quiero decir con esto que V. S. deba
negarles la absolución sacramental, supuesto que
ellas, fiándose del consejo de algún eclesiástico
tenido por prudente y celoso, pudiesen creerse
estar en buena fe. Pero su director de conciencia
y su párroco pueden y deben en el confesonario et
extra (y fuera del mismo) amonestarlas de la
injusticia que cometen.
Con esta respuesta a su pregunta, me alegro de
tener esta ocasión para saludar al señor
Comendador, Párroco de Strambino, y profesarme
siempre,
Su afmo. en Jesucristo
>> LORENZO, Arzobispo
Don Bosco, para no ver anulado el testamento y
violada de este modo completamente la voluntad del
difunto, y también por los mentirosos y maliciosos
juicios que publicaban los diarios anticlericales,
((**It10.1205**)) juzgó
prudente avenirse a la transacción. En efecto,
<(**Es10.1105**))
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