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y la otra para los nobles Arnaud y Borghese, como
herederos de sangre>>; con la ventaja para don
Bosco de <>.
Indudablemente, los sobrinos no tenían mayores
derechos a la herencia que el hijo natural; pero
como el testamento, aparte de varios legados en
favor de dichos sobrinos y ((**It10.1202**)) de
Protón, tenía muchos otros en favor de iglesias y
casas religiosas, como quinientas liras anuales,
exentas de todo impuesto, para la iglesia de las
Sacramentinas de Turín, cuatro mil liras para cada
una de las cinco iglesias entonces en construcción
en la misma ciudad, y concretamente las del
Sagrado Corazón de Jesús, del Sufragio, de la
Inmaculada Concepción, de San Segundo y de San
Juan Evangelista, cuatro mil liras para librar a
los clérigos del servicio militar, seis mil liras
para la parroquia y otras tantas para el Asilo
Infantil de Strambino, etc., parecióle a don Bosco
un mal menor el avenirse a una transacción.
Sin embargo, como dudaba si le convenía o no
dar aquel paso, quiso aconsejarse.
Muy querido don Angel Savio:
La proyectada transacción es algo peligrosa
para nosotros, pues la herencia de Belletrutti no
cubriría la mayor parte de su fin. Sin embargo, si
el abogado Alessio quisiera interpelar al
comendador Vegezzi, yo me atendría totalmente a su
consejo.
Esto me salvaría ante quien no dejaría de
hacerme reflexiones en contra. No creo, además,
que una sentencia del Tribunal de Apelación quiera
perjudicar lo más mínimo nuestras diligencias
privadas.
JUAN BOSCO, Pbro.
Protón, enterado del cariz que tomaba el
pleito, insultaba públicamente a don Bosco.
Conviene advertir que, desde el 29 de septiembre
de 1862, él había llegado, por sentencia judicial,
a una transacción con el conde Belletrutti; por
ella había perdido el derecho a llevar el nombre y
apellido, que había ostentado hasta entonces, de
conde Belletrutti de San Blas, y no le pertenecía
en derecho más que lo necesario para la
manutención puramente personal; y se le había
obligado a no atribuirse ni ostentar el título y
apellido dichos. Cuando vio que los condes Arnaud
y Borghese iban a llegar a una transacción con don
Bosco, el 10 de septiembre de 1874, al encontrarlo
(**Es10.1103**))
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