((**Es10.1099**)
salud y santidad; y paciencia para aguantar, con
la calma debida, la molestia del hijastro,
especialmente cuando en los casos desesperados
acude a la Mamá en busca de dinero. Por ahora
nadamos en la abundancia como el Reino de Italia.
Dios bendiga a usted, a toda su familia y
créame encomendándome a la caridad de sus
oraciones,
Su humilde servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
El Papa atravesaba también especiales
dificultades y buscaba el Santo cómo ayudarle por
todos los medios. Su devoción a la Cátedra
Apostólica y los continuos y presurosos cuidados
por infundirla en todos no podían ser más asiduos.
Aquel año, aprovechando también como medio las
Lecturas Católicas, para las que contaba con más
de doscientos cincuenta propagandistas o centros
de propaganda, y de acuerdo con la señorita MazŠ
de la Roche, promovió una ofrenda para el Obolo de
San Pedro de la siguiente manera:
Se ruega encarecidamente a quien reciba o lea
el presente prospecto que recoja todo el papel
inútil, ya sea en hojas grandes, ya sea en
pedazos, y lo convierta en dinero. No importa el
estado en que se encuentre: todo, sin excepción,
puede tener un valor por pequeño que sea... Cuando
se haya juntado una cantidad discreta, envíese al
Padre Santo el cual, con su inagotable bondad,
agradecerá ciertamente la limosna e invocará las
bendiciones del Cielo sobre los donantes...
El duque Tomás Scotti le comunicaba desde Milán
las angustias en que se encontraba por un peligro
pasado; y el Santo lo consolaba con estas
sencillas e interesantes declaraciones:
((**It10.1198**))
Turín, 9 de septiembre de 1873
Excelentísimo y apreciadísimo señor Duque:
He recibido las quinientas liras que, por su
gran caridad, envió para remediar nuestras
diversas necesidades. Se lo agradezco de todo
corazón. En este año de excepcionales estrecheces
y escasa beneficencia nos vale esta cantidad tres
veces más que en otros tiempos.
Tenemos una Congregación naciente, sus miembros
aumentan día a día, la mies se presenta cada vez
más abundante. Pero hemos de pararnos por falta de
medios. Así que, al ayudarnos V. E., en estos
momentos, ayuda a una Congregación que rezará
mientras exista, por quien colaboró a implantarla
y sostenerla.
Respecto al asunto que me indica, le digo en
confianza que también yo me he encontrado con la
misma aprensión. Mi salvaguardia fue una medalla
de María Auxiliadora. Tres veces cayó el rayo a mi
lado hasta trasladarse la cama, y yo en
(**Es10.1099**))
<Anterior: 10.1098><Siguiente: 10.1100>