((**Es10.1081**)la
prolongación del coro y construcción de la
sacristía de María Auxiliadora, más la tapia del
Oratorio de San Luis y la cerca del huerto de la
parte trasera del Oratorio de San Francisco de
Sales. Aún tenía que entregar, cuanto antes, otras
quince mil para la adquisición de la casa
Coriasco. Necesitaba buscar socorro a toda costa.
El caballero Carlos Fava, secretario del
Ayuntamiento, le rogaba hiciera llegar al Papa una
humilde súplica para obtener una bendición
particular y él se la envió al cardenal Antonelli
el 12 de julio. Muy pronto obtuvo respuesta de que
Su Santidad, movido por la fe del suplicante,
concedía a él mismo, y de una manera especial a su
esposa Anita, la bendición apostólica. El 16 de
julio se lo comunicaba al caballero:
Apreciadísimo caballero Fava:
Me apresuro a enviar a V. S. la carta, que en
este momento recibo de Roma.
Me alegro mucho de que el cardenal Antonelli se
haya ocupado de este asunto con tanta rapidez.
Dios conceda toda suerte de bienes a V. S. y a
su señora, y colme a ambos de sus celestes
bendiciones. Créame con profunda gratitud.
De V.S.
Turín, 16 de julio de 1873.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
Agustín Anzini, alumno del Oratorio, que se
encontraba en Lanzo por aquellos días, deseaba
ingresar en la Pía Sociedad, pero titubeaba un
tanto por motivos de salud. Había comunicado a don
Bosco sus inquietudes, y éste le envió las
siguientes paternales palabras de aliento:
Queridísimo Anzini:
Queda tranquilo. Cuando hablemos, arreglaremos
las cosas de modo que vayan bien para el tiempo y
para la eternidad. Alegría, oración y santa
comunión son nuestro apoyo.
Dios te bendiga y reza por mí, que soy en
Jesucristo tu,
Turín, 20-7-1873.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es10.1081**))
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