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La última vez que subió la escalinata, insistió
para hablar con el comendador Riccardi. Le
respondieron que estaba en Consejo. Y él repuso:
-Pues aguardaré hasta que salga...
Se comunicó al Comendador la insistencia de don
Bosco y salió, y le preguntó, un poco enojado:
->>Qué desea?
Expuso don Bosco en dos palabras lo que quería,
y concluyó:
-Esto es lo que deseaba, pero quería hablar de
ello directamente con usted.
-Pues bien, replicó Riccardi, le diré
francamente que es imposible concederle lo que
pide. Piense usted en la sala y considere las
personas que componen el Consejo... Se ha
determinado que ínadie obtendrá un empleo, si no
es de los suyos! >>Comprende?
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Mientras tanto iba realizando otros trabajos en el
Oratorio.
El 2 de febrero contrataba con el maestro de
obras, Carlos Buzzetti, la construcción del coro
en el santuario de María Auxiliadora, de las dos
sacristías laterales y del pórtico adyacente.
En el área, donde tenía que levantarse el coro,
se hallaba la célebre morera, que daba sombra a la
primitiva puerta del Oratorio y en la que se había
escondido el muchacho Félix Reviglio 1. Don Angel
Savio esperó a que don Bosco saliera unos días de
casa para mandarla cortar, pues sabía lo que
sufriría, si veía quitarla. En efecto, cuando
volvió y ya no vio la vieja morera, enmudeció y se
cubrieron sus ojos de lágrimas, por un instante,
como si hubiese perdido a un amigo. íCuántos
recuerdos queridos debieron acudir a su mente!
Comenzaron enseguida las obras y pronto
subieron las paredes de las dos salas para la
sacristía que prolongaban y doblaban las
construidas en 1867 y, entre ellas, formando un
solo cuerpo de forma elíptica, con el arquitrabe
sostenido por columnas, se levantó el coro, que se
comunicó con el templo mediante un arco abierto en
el ábside, sobre el cual estuvo colgado el cuadro
de María Auxiliadora, hasta 1891, año en que se
realizaron, por un voto de don Miguel Rúa, las
primeras reparaciones y decoraciones.
José Freilino, canciller de la Sección del
Tribunal de Pavía, a la sazón alumno del Oratorio,
recordaba un hecho ocurrido, al parecer, el año
anterior, puesto que menciona la prolongación del
tramo del edificio, que, a lo largo de la calle
Cottolengo, iba desde la antigua portería hacia la
casa Coriasco, y menciona también a varios
1 Véase: Memorias Biográficas, Volumen III,
pág. 268.
(**Es10.108**))
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