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CAPITULO IX
íNADA LE TURBA!
1873-74 -1. EN GRAVES APUROS -2. EMBARGO
INESPERADO -3. DESAPARICION DE UN TESTAMENTO -4.
SIEMPRE SERENO Y TODO PARA TODOS -5. UNA HERENCIA
NEGADA -6. OTRAS MEMORIAS DEL AÑO 1873
A primeros de 1873 tenía la Sociedad Salesiana
ciento treinta y ocho profesos, cuarenta perpetuos
y noventa y ocho trienales, más noventa y dos
novicios, doscientos treinta miembros en total;
cuarenta y dos eran , noventa y siete clérigos,
sesenta y tres coadjutores y veintiocho
estudiantes.
Las casas, además de los Oratorios festivos de
San Francisco de Sales, de San José, en la
parroquia de los Santos Pedro y Pablo, de San
Luis, en la de San Máximo y el del Angel Custodio,
en la de Santa Julia, eran ocho: la Casa Madre,
los Colegios de Valsálice, Lanzo, Borgo San
Martino, Varazze, Alassio, el Hospicio de San Pier
d'Arena y el Instituto de las Hijas de María
Auxiliadora de Mornese.
El día primero del año hubo una reunión
especial para la reelección de algunos miembros
del Capítulo de la Casa Madre, y en la fiesta de
san Francisco de Sales se eligió el Capítulo
particular del Oratorio, para que el Capítulo
Superior pudiese, sin dificultad alguna, cumplir
sus tareas concernientes a toda la Pía Sociedad.
El Capítulo Superior quedó compuesto por don
Bosco, don Miguel Rúa, don Juan Cagliero, don
Angel Savio, don Francisco Provera, don ((**It10.1124**))
Celestino Durando, don Carlos Ghivarello; y el del
Oratorio quedó constituido por don o, director; y
don Miguel Rúa, vice-director; don Francisco
Provera, prefecto; y don José Bologna,
vice-prefecto; don José Lazzero, catequista; y don
Joaquín Berto, vice-catequista; don Antonio Sala,
ecónomo; y don Francisco Cuffía, vice-ecónomo, y
don Julio Barberis, don José Bertello y el padre
Cibrario, consejeros.
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