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Art. 4.°
Reglas para la moralidad
Lo más importante en nuestras casas es
promover, obtener y asegurar la moralidad de los
socios y de los alumnos. Asegurado esto, todo está
asegurado; si esto falta, falta todo.
Normas especiales de conducta para conseguirlo,
son las siguientes:
1.¦ Obsérvense las reglas de nuestra
Congregación. Su observancia nos llevará a obtener
nuestro fin con seguridad.
2.¦ Los Directores no dejen nunca de dar las
acostumbradas conferencias, dos al mes: una, para
leer y explicar las reglas; otra, para tratar
algún punto moral. Si alguna vez no pudiere darla
el Director, hágase al menos una lectura
espiritual, que la supla; pero no se deje nunca
esa práctica.
3.¦ Dése siempre la cuenta mensual (el
coloquio); no se deje por ningún motivo y hágase
con serenidad e interés. Entre otras cosas,
exponga cada socio: 1.° Si encuentra en sus
obligaciones algo contra su modo de ser o que
pueda obstaculizar su vocación; 2.° si le consta
que hay algo que pueda hacerse o impedirse para
quitar algún desorden o escándalo en casa. En
estos coloquios, abra cada uno enteramente su
corazón al superior, pero refiérase únicamente a
cosas exteriores.
((**It10.1119**)) 4.¦
Cuiden todos de eliminar toda comida, fuera de las
reglamentarias, como meriendas, etc.
5.¦ No está permitido entrar en los
dormitorios, en las celdas o habitaciones de los
demás; y ninguno se haga servir por los jóvenes,
sino que cada cual se las arregle por sí mismo.
6.¦ Durante el día ténganse cerrados los
dormitorios; no se vuelva a entrar en ellos hasta
la noche para ir a descansar y, cuando sea
necesario, ábranse unos minutos no más, después
del desayuno.
7.¦ Póngase cuidado en evitar las amistades
particulares. Recuérdese el dicho de san Jerónimo:
aut aequaliter ignora, aut aequaliter dilige.
Vigilen esto los directores, lo mismo que el
ponerse las manos encima, o ir de bracete, etc.
Art. 5.°
Reglas escolásticas
1.° Para que haya uniformidad con los libros de
texto y materias de enseñanza en todas las casas,
hágase cada año, en las conferencias otoñales, un
programa de enseñanza y de los libros a emplear.
2.° Dado que la Historia de Italia de don Bosco
ha sido adoptada en muchos colegios, empléese
también en los nuestros; y empléense con
preferecia las Lecturas Católicas, la Biblioteca
de la Juventud y especialmente los volúmenes con
comentarios de algún miembro de la Congregación,
dando de lado a novelas y libros, que pueden
resultar peligrosos. No se permita la difusión de
libros en nuestros colegios que no tengan
aprobación eclesiástica y la de la Congregación.
2.° bis. Introdúzcanse, a ser posible, en
nuestras casas los clásicos cristianos, con
preferencia a los paganos, especialmente en la
clase de los que hacen cursos abreviados.
3.° En los colegios particulares no pida nadie
exámenes especiales para maestro
(**Es10.1026**))
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