((**Es1.79**)((**It1.78**))
CAPITULO X
UN MAL NEGOCIO -LOS PAVOS ROBADOS Y UNA LECCION DE
PRUDENCIA -GUARDANDO LA VIÑA -EL DUENDE Y EL
MUCHACHO INTREPIDO
TODO cuanto se va a narrar en el presente capítulo
puede parecer de escasa importancia; pero entiendo
que no se debe omitir porque sirve para manifestar
mejor el modo de proceder de Margarita en la
educación de sus hijos. Tenía Juanito sólo cinco
años, cuando un día fue con José a guardar la
pequeña pavada de casa. Acertó a pasar por allí un
bribón de marca mayor que, al ver a los dos
ingenuos chiquillos, maquinó cómo engañarles para
llevarse un pavo. Así que se les acercó y les
dijo: -Queréis venderme un pavo? -Se miraron los
muchachos uno a otro y les pareció una preciosa
ocasión para hacer de comerciantes y ganar dinero.
El granuja añadió: -Os doy veinticinco -íUn real!
-exclamaron los chicos les pareció que era una
gran cantidad; y, sin más, cobraron los
veinticinco céntimos, mientras el desvergonzado
sujeto, tomando el pavo más gordo, desapareció
rápidamente de su vista. Los dos niños fueron a
todo correr hasta su madre: -Mamá, hemos vendido
un pavo. ((**It1.79**)).
-Cómo es eso? -respondió la madre, que no
esperaba semejante noticia. -iY lo hemos cobrado
bien! iVeinticinco céntimos! -Y ponían
triunfadores el dinero el la palma de su mano.
Mamá Margarita no podía creer lo que sus ojos
veían: -íPobre de mí! íVeinticinco céntimos! íPues
sí que habéis hecho un buen negocio! No sabéis
que, por lo menos, podía valer cuatro liras y
media? Ese hombre es un estafador y os ha timado.
-Los dos niños se quedaron de piedra ante tales
palabras y, al darse cuenta de lo sucedido, llenos
de pena echaron a correr en busca del comprador.
Ya podía llamar los su madre: ellos no oían nada y
escaparon uno por un lado, otro por otro, a través
de las colinas. No advertían que, mientras iban en
busca de un pavo, dejaban a merced del primero que
pasase toda la(**Es1.79**))
<Anterior: 1. 78><Siguiente: 1. 80>