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CAPITULO LV
JUAN BOSCO PREFECTO EN EL SEMINARIO -ESPLENDIDO
ELOGIO DEL SEMINARISTA JOSE BURZIO -RELACIONES
ENTRE LOS DOS AMIGOS -ACERCAMIENTO DE JUAN AL
INSTITUTO DE LOS OBLATOS DE LA VIRGEN MARIA
DE vuelta en el seminario, Juan fue puesto entre
los estudiantes del quinto y último curso
teológico; y por su ejemplar conducta y su
aprovechamiento en los estudios fue nombrado
prefecto, el más alto cargo a que puede llegar un
seminarista, pues le constituye superior a los
demás y responsable de su comportamiento.
Podemos deducir la diligencia y los
sentimientos de Juan en el cumplimiento de este
honroso cargo por el espléndido elogio que él
mismo hizo de uno de sus asistidos, el piadoso
jovencito seminarista José Burzio, nacido en
Cocconato el 1822. Después de varias vicisitudes,
en octubre de 1840 vestía el hábito clerical y
entraba en el seminario de Chieri, donde tuvo por
prefecto a Juan casi un año. El 19 de septiembre
de 1841 este santo clérigo, deseoso de entregarse
a una vida más perfecta, entraba en Pinerolo en
los Oblatos de la Virgen María, congregación
aprobada canónicamente por Breve de León XII en
1826, y en ella moría el 20 de mayo de 1842 con
una muerte ((**It1.504**))
preciosa a los ojos del Señor. Así, pues, el
célebre Félix Giordano pidió a Juan informes sobre
este clérigo; y este padre oblato, en un libro
escrito por él e impreso en 1846, tributaba ya
entonces a don Bosco el elogio de sacerdote
dignísimo, y después de su muerte, además de
muchas páginas de grandes alabanzas a nuestro
Fundador, que a su tiempo reproduciremos, escribió
lo siguiente como testimonio de su santidad: <(**Es1.401**))
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