Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es1.320**) el motivo que él expone: <((**It1.395**)) mi buena voluntad, siguió ayudándome; durante cuatro años leía cada semana una composición griega o alguna traducción, que yo le enviaba, él la corregía puntualmente y luego me la devolvía con las oportunas observaciones. De este modo pude llegar a traducir el griego casi como si se tratase de latín>>. Y efectivamente, el 1886, precisamente el diez de febrero, recitaba ante nosotros capítulos enteros de las cartas de San Pablo en griego y en latín, puesto que sabía de memoria, en ambas lenguas, todo el Nuevo Testamento. Juan dio clase en Montaldo durante casi tres meses, encargándose además de asistir a un dormitorio durante todas aquellas vacaciones. Tuvo aquí ocasión de conocer a varios jóvenes de familias distinguidas, que siempre guardaron excelente recuerdo de él, y de cuya cooperación supo él aprovecharse con frecuencia cuando tuvo necesidad. También puedo conocer, gracias a su piedad y al celo que le abrasaba por la salvación de las almas, los peligros que se dan con esta clase de muchachos, entre los cuales él se encontraba por vez primera, y la dificultad de adquirir sobre ellos el suficiente ascendiente necesario para hacerles el bien. Y se persuadió de que no era llamado a ocuparse de los jóvenes de familias señoriales. En efecto, años más tarde, el 5 de abril de 1864, le decía a don Ruffino, que le hablaba de varios proyectos, entre ellos el de llegar a tener con el tiempo un colegio para muchachos de la nobleza: -No, eso nunca; mientras yo viva y en cuanto a mí dependa, eso nunca. Esto sería (**Es1.320**))
<Anterior: 1. 319><Siguiente: 1. 321>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com