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-Quién puede imaginar, dijo él, cómo me vi yo,
cuando ((**It1.382**))
estudiaba el primer curso de filosofía? - Y le
preguntaron: -Cómo se vio? En sueños o de otro
modo? -Eso no importa saberlo. Me vi ya sacerdote,
con roquete y estola: así vestido, trabajaba de
sastre en un taller, pero no cosía prendas nuevas,
sino que remendaba ropa estropeada y juntaba
muchos trozos de tela. Por lo pronto no pude
entender qué significaba aquello. Hablé de ello
entonces con alguien; pero no lo hice claramente
hasta que fui sacerdote y tan sólo con mi
consejero don Cafasso. - Este sueño o visión quedó
indeleble en la memoria de don Bosco. El le
indicaba cómo no estaba llamado sólo a elegir
muchachos santos y dedicarse a perfeccionarlos y
preservarlos, sino también a reunir en torno a sí
muchachos descarrriados y corrompidos, por los
peligros del mundo, que se hicieran buenos
cristianos con sus cuidados y contribuyeran a la
reforma de la sociedad.
Mientras tanto discurrían los días de Juan
tranquilos y alegres con el verdadero placer del
que vive bajo la obediencia, y observa con
exactitud sus propios deberes. El que fue buen
seminarista recordará siempre con satisfacción
cuanto hizo, vio, sucedió en los años de sus
estudios. Por eso nuestro Juan dejó en sus
memorias hasta los entretenimientos de que
disfrutó dentro de aquello muros de piedra y de
paz. <((**It1.383**))
compañeros tristes por lo que habían perdido, yo
me ponía más triste que ellos. Añádase que
prestaba tal atención al juego, que después no me
era posible ni rezar, ni estudiar, pues siempre
tenía la imaginación ocupada con el rey de copas,
la sota de espadas, y el as de oros o de bastos.
Tomé, pues, la resolución de no participar en este
juego, lo que ya había hecho con algunos otros.
Esto lo hice hacia la mitad del segundo año de
filosofía, en 1836>>. El principal motivo de esta
determinación fue haber ganado un día a cierto
competidor una cantidad, no grande si se quiere,
pero considerable para su flaca bolsa. Juan, al
verle tristón y casi lloroso, sintió tanta
compasión que le devolvió lo ganado; desde
(**Es1.311**))
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