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Observa la actitud de tus hermanos. Dios te
prepara otro lugar, otra mies. -Quería hacer
alguna pregunta a aquel religioso, pero un rumor
me despertó y ya no oí nada más. Expuse todo a mi
confesor, el cual no quiso oír hablar ni de sueños
ni de frailes: -En este asunto, respondióme, es
preciso que cada uno siga sus inclinaciones, y no
los consejos de los otros>>.
La respuesta del confesor y el sueño tenido,
sin duda, debieron dejar perplejo a nuestro
querido Juan; pero, no viendo motivo suficiente
para apartarse de la determinación tomada, pensó
que tal vez durante el año de noviciado podría
probar si le convenía o no aquella comunidad. Por
otra parte, Dios había puesto en su corazón la
inclinación al estado religioso, y él la sentía
cada vez con más fuerza, como veremos a lo largo
de nuestra relación. Así que, persuadido de que
Dios dirigiría los acontecimientos hasta ponerle
en el camino que él quería emprendiera, marchó a
Castelnuovo para pedir la bendición a su madre
antes de vestir el hábito franciscano. ((**It1.303**))
Margarita no tenía nada que oponer y, como mujer
fuerte, le dejó marchar sin alterarse por ello.
Juan se dirigió entonces a la casa parroquial.
Don Dassano, desde los comienzos de enero, había
renunciado a la parroquia de Castelnuovo por una
seria contienda con el alcalde, referente al toque
de la campana mayor, y monseñor Fransoni le había
destinado a regir la de Cavour. Estaba en
Castelnuovo, enviado por la curia de Turín en
calidad de administrador, el teólogo don Antonio
Cinzano, ausente aquella mañana. Evasio Savio,
herrero de oficio, amigo de Juan hacía tiempo y
admirador de su talento y su constancia en la
piedad y el estudio, al verle a la puerta de la
casa rectoral con un envoltorio de ropa blanca
bajo el brazo, le preguntó:
-Por qué has dejado Chieri? Acaso quieres
volver con ese envoltorio a trabajar en alguna
granja?
-No, respondió Juan; vengo a ver al ecónomo
para que me dé un certificado de buena conducta; y
después voy a hacerme fraile franciscano.
-Y por qué?
-Cómo podría mi madre ayudarme para seguir los
estudios? íYendo a los frailes espero seguir
adelante!
-Has comido ya?
-Todavía no.
-Pues ven a mi casa, comerás y después hablaré
yo con el ecónomo.
Savio, considerando el bien que Juan podría
hacer a sus paisanos
(**Es1.252**))
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