((**Es1.219**)((**It1.257**))
CAPITULO XXIX
PRUDENCIA DE JUAN EN LA ELECCION DE AMIGOS -AYUDA
A LOS COMPAÑEROS DE CLASE -SOCIEDAD DE LA ALEGRIA
-PRACTICAS DE PIEDAD -FORTUNA DE UN BUEN CONFESOR
EL Espíritu Santo ha dicho: <>. 1
Juan, guiado solamente por la prudencia, siguió
instintivamente estas normas desde que llegó a las
escuelas de Chieri. Así escribe él: <((**It1.258**))
divididos en tres categorías: buenos, indiferentes
y malos. A éstos últimos debía evitarlos del todo
y siempre, apenas los localizara; con los
indiferentes bastaba un trato de cortesía y
convivencia; con los buenos podía entablar
amistad, siempre y cuando fueran verdaderamente
tales. Esta fue mi firme resolución. Como al
principio no conocía a ninguno en la ciudad, me
impuse la regla de no tener familiaridad con
nadie. Sin embargo, hube de luchar, y no poco, con
los que no conocía del todo. Unos se empeñaban en
llevarme al teatro; otros, al juego; algunos, a
nadar. Incluso a robar fruta por los huertos o el
campo. Hasta hubo un descarado que me aconsejó
robar a mi patrona un objeto de valor para
comprarnos caramelos. Me fui liberando de aquella
caterva
1 Eclesiástico, VI, 6-13.
(**Es1.219**))
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