((**Es1.189**)((**It1.219**))
CAPITULO XXV
MARGARITA ENVIA A JUAN A LA ESCUELA DE CASTELNUOVO
-LO PONE A PUPILO EN CASA DEL SASTRE JUAN ROBERTO
-JUAN SE GANA LA SIMPATIA DE LOS COMPAÑEROS
-SUS PROGRESOS EN LOS ESTUDIOS -CONSUELO DE SU
MADRE -COMO ESQUIVA LOS COMPAÑEROS PELIGROSOS
-CONTINUA SU MISION CON LOS CHIQUILLOS -COMO
DESEARIA QUE FUERA EL SACERDOTE CON LOS NIÑOS
LA muerte de don Calosso en aquel otoño, al paso
que interrumpía en sus principios los estudios de
Juan, hacía por otra parte difícil su entrada en
la escuela de Castelnuovo, donde habían empezado
las clases después de la fiesta de Todos los
Santos. Sin embargo, Margarita, ayudada tal vez
por la influencia de su hermano Miguel, que era
muy conocido en Castelnuovo, pudo superar esta
dificultad. Y así, ya cerca de Navidad de 1830,
Juan, con sus quince años, empezó a ir a las
escuelas municipales de su pueblo, en las cuales
se había abierto un curso de latín junto a las
clases elementales, mientras su buena madre se
disponía a mayores
trabajos y sacrificios para secundar la vocación
del hijo.
Los estudios hechos hasta entonces
privadamente, la entrada en una escuela pública, y
el cambio de maestro, desconcertaron a Juan, a tal
extremo que tuvo que empezar de nuevo la gramática
italiana, para abrirse camino después a la latina.
Al principio iba ((**It1.220**)) a clase
por la mañana y por la tarde, recorriendo entre
las dos idas y venidas cerca de veinte kilómetros
diarios; pero, como aquella notable pérdida de
tiempo era en perjuicio de los estudios, muy
pronto cambió el plan y salía por la mañana para
no volver a I Becchi hasta la noche. Soplaba a
veces un viento molesto, otras se cubría de fango
el suelo con la lluvia o el deshielo, nevaba en
ocasiones y hacía tiritar el intenso frío; él lo
aguantaba todo con ánimo tranquilo y rostro
sereno. Para no causar demasiados gastos a la
madre, cuando el camino era un barrizal, se
quitaba los zapatos y los llevaba a la bandolera,
llegando en consecuencia al término de la caminata
con los pies doloridos, cubiertos de rasguños y
sangre. Al llegar a Castelnuovo, se calzaba,
dejaba el fardel con la comida, en casa de un tal
(**Es1.189**))
<Anterior: 1. 188><Siguiente: 1. 190>